Descripción
Pieza de Labradorita natural
Nuestra pieza de Labradorita natural está importada con la mejor calidad existente en el mercado. Su principal yacimiento es Madagascar y Canadá, lugar donde se extraen las mejores labradoritas del mundo, con unos colores púrpuras, azulados, narnaja, etc intenso increíble. Hay dos tamaños a escoger, pequeño o grande. El tamaño pequeño pesa unos 50-80 gramos y el tamaño grande pesa unos 100-200 gramos.
Al ser una piedra natural no hay dos iguales, son piezas únicas. En nuestra tienda online podrás encontrar otras piezas únicas de minerales, cada una de ellas es diferente, perfecta y única a su manera. ¡Ahí está lo bonito de coleccionar piezas de minerales!
Este tipo de minerales se pueden poner en el hogar, lugar de trabajo, o estancia en general que se necesite armonizar. A parte de ser una pieza de colección para adornar los ambientes, llena de energía positiva el lugar en el que se haya, y además, purifica y transmuta las energías negativas del alrededor. Aleja la negatividad y crea un escudo protector contra envidia, mal de ojo, pensamientos negativos y gente tóxica en todo el entorno de la estancia. Es ideal ponerla en lugares dónde quieras proteger de manera eficaz tu aura y equilibrar el entorno aportando armonía y energía positiva. También es ideal ponerla cerca del lugar dónde vayas a dormir ya que al calmar la mente y favorecer la imaginación, mejorará los tiempos de descanso y te abrirá un mundo nuevo en el mágico mundo de los sueños.
- ¿Conoces las propiedades de la Labradorita?
La Labradorita es una de las piedras más místicas y protectoras que existen. Se dice que su tono de color tipo espejo además de proteger, actúa como un escudo protector ante envidias y malas energías, devolviendo todo el mal que te deseen, rebotará contra la persona que lo ejerza sobre ti. Entre sus propiedades también destaca abrir caminos y mejorar la confianza.
Es una piedra capaz de alinear los cuerpos físicos y etéricos, estimular la intuición y los dones psíquicos. Psicológicamente disipa miedos e inseguridades. Fortalece la fe en el yo y la confianza en el universo. Calma la mente hiperactiva y energetiza la imaginación, aporta también contemplación e introspección. Elimina el estrés, la ansiedad, la tristeza y los pensamientos negativos. Promueve la calma interior, la relajación mental y ayuda a la meditación.